Compartimos la entrevista que realizó La Izquierda Diario a nuestras compañeras de la Comisión de Mujeres Aeronáuticas. De cara al 29° Encuentro Nacional de Mujeres, hablan de la triple opresión que implica ser mujer, trabajadora y tercerizada; del doble discurso del gobierno y de la importancia de la organización.
¿Qué se esconde detrás del glamour que aparentan los aeropuertos? Ser trabajadora tercerizada conlleva una doble carga en el aeropuerto. Muchas de ellas son madres solas o el único sostén en sus hogares, cobran un salario que no les alcanza para mantenerse a ellas y sus familias, y trabajan en duras condiciones, sin embargo decidieron organizarse para cambiar esta realidad. La Izquierda Diario entrevistó a trabajadoras tercerizadas de Aerolíneas Argentinas.
¿Cómo empezaron a organizarse?
En el 2011 hubo un intento de abuso a una compañera de Aeroparque, en
esa ocasión, a través de la unidad de todos los turnos y asambleas
conseguimos que sacaran al abusador y decidimos empezar a juntarnos para
para compartir experiencias y ver cómo responder a las situaciones que
sufrimos todos los días.
Al tiempo nos enteramos de varios casos de compañeras de limpieza y
del abuso a una compañera en Ezeiza, fue ahí que decidimos hacer una
campaña en ambos aeropuertos y pudimos empezar a frenarle un poco la
mano a los acosos que son moneda corriente entre las compañeras
tercerizadas, y decidimos unirnos también con compañeras efectivas para
empezar a luchar juntas contra de la tercerización y la precarización
laboral, por el pase a planta permanente, y para lograr que se instale
la guardería para todas las trabajadoras.
Empezamos a juntarnos desde la bronca por la no respuesta de la
empresa y el sindicato. Además pasó la muerte de María Eugenia, una
trabajadora de MSA a la que obligaron a trabajar en pista en medio del
invierno después de haber estado internada con neumonía, después se
empezaron a sumar los casos de acosos y dijimos ¡Basta!
En la empresa GPS, por ejemplo, la infraestructura no está preparada
para la cantidad de mujeres que somos, los baños son un asco y un caldo
de cultivo para enfermedades. Está claro que a Aerolíneas no le interesa
en qué condiciones trabajamos, lo único que quiere es facturar.
¿Cómo se están organizando para ir al Encuentro Nacional de Mujeres?
Estamos haciendo de todo para poder juntar la plata y que todas
podamos participar. Hace un tiempito organizamos junto a trabajadoras de
Shell, Calsa, docentes, trabajadoras del Hospital Allende y Donnelley
una peña donde recaudamos dinero. También estamos haciendo rifas y
vendiendo tortas en las plazas del barrio. Nos parece muy importante
participar y acompañar a otras trabajadoras en lucha, como las
trabajadoras de Donnelley y Lear.
La experiencia de la peña fue muy buena porque pudimos conocer la
realidad de otras obreras, y conocer de cerca el nacimiento de MADYGRAF.
Además nos comprometimos entre todas a ser parte activa de los
conflictos que se van dando, y sumamos muchas compañeras de la comisión
en la organización de la fiesta, todas colaboraron en algo, desde llevar
cosas para vender, hasta limpiar y decorar el lugar.
¿Qué opinan de la campaña que está llevando adelante Recalde en Aerolíneas para detectar casos de trata de personas?
Me parece muy noble el trabajo que realizan los trabajadores
diariamente con respecto a esta problemática tan terrible, el tema es
que Recalde posa para la foto, pero en Aerolíneas no se respetan los
derechos de las mujeres, porque en Aerolíneas, en especial las que somos
tercerizadas, sufrimos discriminación, acosos, no tenemos días por
enfermedad de nuestros hijos. Algunas empresas ni siquiera quieren tomar
mujeres.
Tanto desde la comisión de mujeres o agrupaciones como “El Despegue”
denunciamos permanentemente estas situaciones, pero desde el oficialismo
y los sindicatos aeronáuticos de esto no se habla, se quiere dar la
idea de que las condiciones de los trabajadores aeronáuticos son las
mejores, pero no esto no es así para todos.
A mí me parece de un cinismo increíble, el mismo gobierno a través de
la policía y los jueces son cómplices de este negocio tan nefasto y
atroz que se roba y adueña de la vida de cientos de mujeres y niñas.
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